yo ya no tengo miedo de esas cosas...
el silencio largo como la avenida, el sexo seguro, las manos siempre de la mano, una mirada de cansancio, un insulto genuino.
no tengo miedo de perder el momento, ni de un no, ni de mi trabajo escurridizo.
me esta llenando una honestidad quizas bastarda, quizas realmente honesta.
me dolia un poquito ciertas noches...
durante las tardes mirando los cafes llenos de gente y conversaciones.
No se que queria.
Porque llore en algun momento. a quien buscaba.
tal vez no queria nada y no podia contra mi misma.
Muchas veces me ocurrio. Me vencia la costumbre. La ansiedad idiota de ser y tener a alguien, de alguna idea recortada de revista.
Ahora no es que se muchas cosas, pero no voy desesperada.
Ya no beso las paredes ni imagino fantasmas donde solo corre el viento y me acaricia,obligandome despacio a mirar, a ver, a observar hacia otro lado.