Ya si que no entiendo nada.
Las putas ahora son santas, las santas nunca fueron santas.
Ya nadie quiere beber cerveza, todos de repente acusan la mariguana.
Se cortaron el pelo, se pusieron sus camisas y corbatas. Estamos en Republica Dominica- dice alguien.
Asi que olvidemos las preguntas que encontrabamos agachadas en el fondo de todas las situaciones cotidianas y acordemos que es mucho mejor aceptar las mismas gastadas y primitivas respuestas de siempre. Como siempre.
Acordemos que ahora es diferente. Ya no tienes 15. Ni siquiera 20.
Es hora de arreglarte con el mundo- dice otro- hay que cambiarse.
Al fin llega el fin.
El desenlace, el futuro.
Todos se hacen grandes y terriblemente adultos.
Sus caras se volvieron cuadradas mascaras de ojos vacios que miran un punto fijo.
Sus bocas un desmesurado y necio blabla lleno de ofertas millonarias
Sus narices ya incapaces de oler nada
no me toques
no quiero convertirme en oro