Siento que siempre están en alerta roja, en espera de que diga lo que no tengo que decir.
Por qué tanto bla bla? Por qué este lenguaje de letras y códigos, pareciera que queremos siempre confundirnos.
Las palabras siempre traicionan. No acuden o son excesivas. Se muestran violentas o muy frías.
No hacen mas que estorbar el contacto. Pero seguimos hablando. Y hablando. Negociamos.
De todo lo único que entiendo es que no me comprende. Sus gestos me hieren. Y de mi boca salen culebras enfermizas. Sapos coléricos y venenosos.
Yo tampoco puedo comprender lo que el esta tratando de decirme. Su vestimenta me confunde.
Alguien sugiere que mejor nos matemos. Que no pueden haber dos dioses.
Y así lo hacemos.
Yo saco mi revolver de sentimientos, el saca su ametralladora de conocimientos y sin pensarlo dos veces nos acribillamos.