Ya no podia pensar claro, o mas bien pensaba tan claro que le asustaba la manera en que comenzaba a hablar y reirse de todo.
por eso decidio quedarse en silencio y hablar para si mismo, no fuera a ser que lo acusaran de revolucionario. o de loco.
Muy pronto se dio cuenta de que las conversaciones por interesantes y fructiferas que fuesen, entre su yo y si mismo llegaban rapidamente a una conclusion y terminaban por aburrirlo. Asi que a veces lleno del más estupido sentimiento ( el mas estupido de los sentimientos es la nostalgia) se acercaba con ilusion al mundo buscando caras y voces conocidas, olvidadas.
Que se esperaba? porque volvia a los lugares y a las personas de las cuales habia valientemente no huido, sino simplemente renunciado? no es que eran mounstros, ni antipaticos...todo lo contrario.
-Es mucho peor...-dice en voz muy baja para que nadie en el trabajo le oiga. tiene 3 meses haciendo de pizzero en un famoso restaurante italiano de la ciudad.
-Son comodines, son sillas...muebles de leader comodos para quedarse dormido. Dormido.-susurra entre la masa y los frascos de pasta de tomate.
Entonces otra vez descubria que aun se aburriera de si mismo era muchisimo peor tener que estar con ellos en sus viernes, sabados y domingos sociales.
Regresaba atormentado, con un dolor extraño en la boca y en las orejas, a su pequeña y limpia habitacion. Se ponia a mirar el abanico dar vueltas encima de su cabeza e iba cayendo lentamente, como quien desciende con miedo por una escalera hacia un lugar desconocido y oscuro, peldaño por peldaño, sin prisas para ir acostumbrando los ojos a la oscuridad, hasta llegar a una pesadilla agitada donde estaba atrapado en los años de la inquisicion, luego de repente el mismo era un obispo que sentado en un trono se comia las uñas y miraba sin inmutarse como le arrancaban las uñas a un chico que era el mismo tambien, mientras era leida alguna oracion que pedia perdon para la pobre y pecadora alma del chico.
Aquellos sueños, lo sabia, eran un simple acto de autoflagelacion mental.
su cabeza se quedaba confundida al no tener buenas relaciones con ninguna religion por lo que estaba a merced de miedos creados por miedos, tampoco ninguna ideologia venia a rescatarlo con alguna razonable explicacion lo que provocava irremediablemente que algun liquido o sustancia se escapara de algun conjunto de nervios y que surgieran por arte de la psicologia aquellas imagenes que lo colocaban siempre en posiciones contradictorias solo para que viera todo el panorama: La victima y el victimario, el dios y el diablo.
Al principio se despertaba sudando frio y sin poder atreverse a sacar una mano y encender su lamparita. pensaba que todo aquello era algun castigo, alguna profecia.
Ahora entendia que sin saber adonde queria llegar, su mente navegaba a la deriva entre corrientes e islas. veia gente en ellas, algunas felices, otras que distraidas construian casitas, otras bailaban en algun rito o por mera diversion, pero ninguna isla le parecia lo suficientemente interesante como para quedarse. ni siquiera la isla de la felicidad.
Asi que mientras tanto estaba expuesto a lluvias, frio, viento.
por necesidad pisaba tierra.
comia abundamente con ellos, se besuqueaba con alguien, dormia relajado y dos dias despues se iba diciendo vengo ahora.
y hasta el momento lo hacia asi.
Es como si dentro de su cuerpo existiera algo que no encuentra un lugar para estar y cuya necesidad primaria es la libertad de poder darse cucharaditas de todo, sin que implique que deba comerse toda la sopa o defender la de pollo o la de vegetales en particular.
la libertad de probar la vida sin estar equivocado.
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